viernes, 5 de septiembre de 2014

Apunta / Dispara.




Sebastián caminó tanto, sacrificó tanto. Como tantas veces, hizo todo al revés.

De nada sirven los arrepentimientos. El camino terminó. Y terminó mal.
- No me vuelvas a llamar.
* Por favor, escúchame.
- ........ (bip).

No sabía que decir. Ha fallado otra vez y de manera casi irremediable. Nadie cree en las cosas que dirá porque ya las dijo antes, y no las dijo bien o no las supo concretar. Es como saltar cada vez de más arriba y subir de golpe a la montaña y tener que saltar aunque nadie te espere al final.

No sabía que decir. Después de mirarla por varios minutos había aceptado que hizo mal.
* Carajo! ¿Cuándo será el día que me toque celebrar? ¿Cuándo será el día que pueda decir "lo hice bien, madame, lo hice bien"? ¿Cuándo será el día que deje de llorar? ¿Cuándo? ¿En esta vida, en otra, en ninguna? ¿Cuándo encontraré esa parte de mi alma que solo sabe dañar? Se pasan las horas, los días, y todo sigue igual.

Caminó, caminó y caminó. Observó el camino, los cuchillos, los nombres en la espalda. Observó la costa verde, los faroles, las estaciones de tren, la preocupación al dejarla ir cada noche, la preocupación de anteponer todo cuesta arriba antes que el amor.

Observó desde lo alto las salidas, las llegadas, las noches, los días que pasaron. Observó desde lo alto como de un día de sonrisas todo se escabulló a una noche de tristezas. Todo en tan poco tiempo.

Sebastián sabe que hizo mal pero que de alguna manera lo hizo bien. Toma un cuchillo, y antes de terminar, escuchó pasos acercándose lentamente.

- Voltea rápido -

Anteojos,
cabello,
sonrisas
sobre ella lágrimas
sobre ellas sus ojos
con odio
con ira
- es tu culpa -
no reacciona
levanta un brazo
luego un pie
todo pesa
todo fluye
en un segundo
ve alejarse
anteojos
cabello
sonrisas
cada vez más pequeñas
cada vez más distantes
cada vez..
empieza a caer.
caer
caer...


Una máquina de promesas sin cumplir dibujando con sangre en el suelo cada pedazo de corazón partido en mil. Una máquina de dolor intencionado dibujando en el suelo cada sonrisa que destruyó en un solo segundo.Una máquina de intenciones sin destino intentando limpiar toda la inmundicia que ha dejado antes dentro de tu piel.
Una máquina para volver a ser lo que no era, pero ya no al revés.

En eso se ha convertido Sebastián.


QAND
Y al final no se
si la vida te puso en mi camino
o soy el camino de tu vida
o si perdido en el espacio te encontré.

Y capaz si voy despacio
en el espacio to me pierda
como ahora, que me nublo
que me observo
que te miro,
que te quiero
no lo se.

Si no existo
si te beso
yo muero
y con tus ojos
vuelvo a renacer
y al final, mi final
mi principio, mi llegada
todo acaba y se transforma
como si vivieras dentro de mi piel.







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