martes, 9 de septiembre de 2014
Chancho-man
Quiero ser tu novio de verdad.
¿Acaso se puede ser un novio de mentira? Me pregunté un 27 del mes mas feo del año. Antes estuve parado esperando un taxi en la antigua Arequipa. Llovía o quería llover. Recuerdo aún y me siento ignorante al saber que esa cuadra con luces al frente de un bar tenía tu nombre. Quería llover y yo quería abrazarte.
Sígueme.
Entramos a ver algo pero no me importaba. Eras desde ya un tiempo las fotos del facebook, las noches de habla, los dias sin silencio, las letras rosadas, los iconos del msn y las canciones dedicadas. Eras ya de un tiempo los ojos detrás de esos lentes los que quería ver en vivo y en directo y quería llover y yo quería abrazarte. Entramos a ver algo pero no me importaba. Era el mes más feo pero estabas tú, estaban tus ojos acompañado de flores, de pepsi, de magia, de noches, de elogios, de todo. Era de noche y quería quedarme. No importaba la lluvia, no importaban los bares. No importaba entender que esto era parte de algo o de alguien. Teníamos un trato y yo ya tenía los planes. Esa noche volví a casa convencido de que la calle tenía tu nombre y tu nombre tenía en cada letra una clave.
No se puede ser un novio de mentira. Sábado 27 del mes mas feo. Porque en noviembre solo se celebra a los muertos. Quería llover y ya sabía lo que era abrazarte. Salimos de ver algo pero como siempre en tres veces tus ojos eran lo importante. Ven conmigo, te dije. Empieza a llover y yo empiezo a encontrarte.
La luna llena sobre París.
Eras tú, era yo. Fuimos nosotros sin antes ser nada. Enjoy the silence irónicamente sonó en medio del ruido. Era la noche, eran tus ojos. Era esa avenida larga que a partir de entonces dejó en el piso por donde pasaban las horas su detalle de Risso y le puse tu nombre. Quería llover y yo quería besarte.
Era 28 en el mes mas hermoso del año. Porque dejamos de celebrar a los muertos y empecé a celebrar que esa noche quería llover y tantas veces yo quise abrazarte. Esa noche yo quise saltar y termine por besarte. Esa noche esa calle repleta de luces sucumbió en oscuridad cuando después de insinuar que no se puede ser un novio de mentira y yo quería ser el de verdad. Automáticamente cerramos los ojos y esa avenida, esa calle, esa noche, esos ojos, esos lentes que a partir de ahora tenían el sabor de tu nombre me besaron. Me encontraron, te encontré entre tanta gente que no estaba ahí. Cerramos los ojos y el tictoc se detuvo. Sobre la mesa los brazos y sobre los cuerpos el amor. Solo una canción fue testigo del inicio que hoy después de tantos años nunca murió.
Y saltamos.
Una esquina mal doblada, una ciclovía mal tapada y una banca mal formada. Era tan precario pero más que suficiente. Y así, nos pasamos las horas, los dias, los meses sentados ahí, observando como por nuestro lado el mundo andaba, la gente volvía, los amantes escapaban y la gente dormía. Todo eso pasaba mientras sentado a tu lado te respiraba. Te amaba. Porque, novia, es imposible no amar cuando sonríes. Es imposible no amar cuando me miras sobre los lentes o es imposible no amar cuando me muerdes. Fue imposible no amarte cuando sustituías un "camina derecho" por un pasito del moonwalker. Era imposible no amarte cuando llegabas con tu camisa de cuadros y lo primero que decías lo decías sin palabras con solo un poco de aire y amor entre los dientes.
Ha pasado tanto tiempo pero creo que después de todo hoy mientras duermes y esperas milagros, yo, en alguna calle a la que también le puse tu nombre observé algo que no era importante porque solo quería encontrar en el facebook la dirección de tus ojos y el nombre de tu calle. Y entonces recordé que una noche como ahora parado en la antigua Arequipa me pregunté con ilusiones si podía dejar de ser tu novio de mentira, y me invadieron las ganas de verte y recordé automáticamente lo hermoso que es amarte, y entendí que las heridas me las hice por mis ganas de perderte pero que al perderte me perdía y todos los caminos equivocados me llevaban a avenidas que solo tenían tu nombre y tu nombre tenía la clave y la clave era quererte como se quieren las cosas que no se olvidan y las cosas que vienen de frente.
Son tantas las noches en las que ví que en tus ojos quería llover, y yo solo quería abrazarte.
"Hay quienes mueren de amor... Yo solo muero por ti".
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