martes, 14 de diciembre de 2010

Burbujas en tabaco (B.E.T.)

Hoy me diste el privilegio de ser yo quien publique esto..y me permitiste también escribir algo...lo q sea!!...y bueno q mejor manera de decirte y mostrarte lo feliz q soy a tu lado y cada vez q leo lo q escribes...escucho lo q me dices...me lleno d emocion... sin querer queriendo entraste a mi vida...me mostraste el camino y me llevaste de la mano...veo q no me quieres soltar...y sin que lo sepas te suplico que no lo hagas...me sorprendiste..y arrebataste de la manera mas hermosa esa soledad q me tenia encantada...ahora vivo encantada por tus palabras..por tus besos y tu compañia...tenemos sueños, planes...vivimos este amor de la manera mas fugaz y encantadora posible...me demuestras cada dia cuanto me amas...y me enamoras sin darte cuenta...me tienes mas ciega de lo q soy...me tienes atada a tus besos...a tu amor..sere la gobernante de tu vida...y tu seras mi eterno luchador...TE AMO..y siempre estare contigo...pase lo q pase amor! GRACIAS POR DEJARME SER TU INSPIRACION!!


Batallas por luchar, y una guerra conquistada.
Estrellas por alcanzar, con un cielo de regalo,
Tú sonrisa en mis pupilas, con tus manos apuntando
Sin miedo.
Y me pregunto:

¿Conoces el límite de este amor
infinito que empieza en tu mirada?
como una campanada tan fuerte
que se pausa con tu adiós detrás de una ventana
de un taxi pidiendo que no se vaya.

¿Imaginas el camino a casa
con dos horas mirando hacia la nada,
intentando avanzar hacia atrás?

¿Imaginas el desierto de mi almohada
cada noche y madrugada
intentándote inventar?

No te inventes un escape,
que no quieres escapar,
Ni te cuelgues de mis dedos
que mis brazos son más fuertes
y te quieren abrazar.

">

miércoles, 8 de diciembre de 2010

LA MUJER

El hombre está colocado donde termina la tierra, la mujer donde comienza el cielo.

Necesitamos de ustedes para ser mejores nosotros.
El hombre comete errores, la mujer nos da sonrisas. Su sonrisa origina paz, la paz trae a la luz que permite al hombre una mejor visión de la vida y con menos errores.
El hombre puede odiar, la mujer da amor. Y el amor es puro y verdadero como flor de manantial. El amor mueve montañas tan grandes como el odio del hombre, la mujer es el cartel rojo con STOP que detiene nuestra crueldad.
El hombre puede dirigir, la mujer puede gobernar. El hombre ha sido hecho para ver el poder, la mujer para administrarlo. El hombre con poder en la mano es alguien a quien poder sobornar, corromper y reciclar. La mujer es un escudo, imposible de desalinear.
El hombre vio en su mente la evolución, y la hizo sociedad, la mujer lo sintió dentro de su corazón, y lo perfeccionó.

No podemos tener un sexto sentido, no gozamos de eso llamado “persuasión” ni mucho menos merecemos la obra y el don más grande del universo. La Vida. El hombre se pasará toda una historia dando la vida por ellas, y ellas por nosotros el corazón.



miércoles, 24 de noviembre de 2010

Dos piedras, y el silencio.

(De pronto me vi, como un perro de nadie ladrando a las puertas del cielo...)
8:25 de la noche. Ya he lanzado la tercera piedra. Esa piedra me recuerda a mi. Mis manos reflejan lo ajeno, lo distante que me tiene entre sus dedos. Me lanza, sin rumbo. La oscuridad hace que me pierda en el trayecto, y caiga entre la marea. Ahora no se hacía donde voy. No puedo darme cuenta si sigo hundido o estoy andando. No puedo ver pues la noche y el agua me han quitado los sentidos. 
Mientras, al otro lado de la vida he escrito nuevamente un nombre en la orilla, y otro en una piedra. Me ha tocado esperar pacientemente aquella ola que borre el nombre en la arena y me he despedido de la que he dejado en la piedra. Ahora son dos vidas y dos piedras, una me mantiene hundido o dianbulando entre la marea, y en otra he tatuado tu nombre. ¿Cuál irás a buscar?

El silencio eres tú, una caja de Pandora.
Una caja de pandora son tus ojos.
Tus ojos son veneno, de los dulces
y dulce es el silencio
cuando reapareces por las noches.
La noche es mi mejor escape,
escapar me ha vuelto viento,
es el viento quien por mi
roza tus mejillas,
cuando en silencio
mis párpados se cierran
para abrirse misteriosamente,
frente a tus ojos, llenos de flores.

Flores son las flores
que acompañan tu belleza.
Belleza es lo tuyo, sumado a lo mío
dividido con lo ajeno y
multiplicado con lo incierto,
incierto es el verano frío,
y fríos son los sueños.

Sueños son tus ojos,
tus ojos son los dos reflejos cuerdos,
y cuerdos nos conocimos,
como dos locos merodeando el universo,
el universo está loco,
y “loco” es nuestro verbo.

Verbo, yo no entiendo,
entenderme es un infierno,
el infierno se congela con tu“te quiero”
y te quiero, es mi remedio.

¿Hay remedio en esta vida en el desierto?
si desiertos son mis dedos,
y mis dedos se atraen a los tuyos,
como olas a la luna,
como esta orilla a mis pasos,
mis pasos son descalzos,
descalzos son mis sueños,
estos sueños se vuelven fríos,
y frío es el viento.
Yo soy el viento que roza tus mejillas,
las que me llevan por las noches,
las noches son escapes,
y mis escapes son silencio,
tú silencio es como un dulce veneno
que no mata, porque sale de tus ojos,
y tus ojos me sacan del desierto.
Mi desierto es una caja de pandora,
y una caja de pandora eres tú amor,
y el amor, aun te espera en el silencio.

viernes, 15 de octubre de 2010

AZUL

Me embriagaré y sonreiré una vez más, y podré decir que es lo que soy, ella dirá que soy lo que nunca imaginó, yo maquillaré la verdad, ella cogerá su lunar y se irá. yo me envolveré en mi prisión, ella me extrañará, pero lo negará, porque muy en el fondo ella es como yo. My Lady Blue.

 

AZUL

A veces te vuelves tan azul
como el lejano cielo, o como la fría noche,
Lejana e inalcanzable
sólo puedo sonreír observándote
y verme inerte cuando te vas.
En tu regazo hay vida de la cual
no puedo disfrutar.
Y te vuelves tan azul como ese mar
que me ha de llevar.
Te vuelves tan Azul
y no sé si me atreva a despertar

Eres misterio azul,
como reflejo de lago nupcial
te desenvuelves en mi mente
como azul arco iris fantasioso e irreal
como fondo de estrella,
tapiz sacado del mar.

Te vas volviendo magia azul,
y entre tu baraja me puedo hechizar
bajo ilusión marchita que tratas de avivar
como rosa en sombrero,
como mentira que no pudo morir en verdad.

A veces te vuelves tan azul 
como el lejano cielo, o como la fría noche,
Lejana e inalcanzable
como tu libertad prisionera
como mi deseo casi incontrolable.

Yo quisiera ser azul,
pero no puedo acercarme
you know, i do not know how to lie
and even if i want to
you would realize that i do not exist
if i don't kiss your blue lips.

A veces te vuelves tan azul
y azul me sabe a imposible
Ausente,  como tu voz,
Zanjado, como tu corazón
Unilateral, como tu amor
Lejano, como tus besos.

Quisiera verte nuevamente
como cuando sonreías con mi voz,
quisiera sentirte nuevamente,
como cuando querías no matar el día,
quisiera pintarte nuevamente,
pero hoy te siento azul.





domingo, 10 de octubre de 2010

RIO

Plaza San Martín, nueve de la Noche. Miraba por las calles intentando descubrir entre tantas miradas una que se parezca a tí.

Daban las diez y cada vez te sentía menos, te veía menos. Había prometido esa noche no llamarte así los dedos me rehuyan, no escribirte así mis palabras se me escapen. Había prometido no mirar el interior del porta lentes ni mucho menos responder a quienes me preguntaban por ti. Lo he logrado.

Once y media de la noche, la mirada no se iba de las escaleras, sabía que vendrías y no fue así. Las canciones se posaban nuevamente en las heridas y las calmaba únicamente cantándolas con tu recuerdo sobre mí.

Dos de la mañana. Mi mirada seguía inútil frente a la escalera y aquel sofá vacío donde alguna vez te entretuve entre mis brazos. Todo se había terminado, no te llamé, no te escribí, no miré el porta lentes, ni tu foto en el movil. Me propuse no extrañarte, no llorar y lo logré.  Me propusé no imaginarte y lo he logrado y al final de la noche he cumplido todo lo que me había planteado, menos olvidarte. En cada centímetro de tiempo he intentado poner otro rostro en tus recuerdos y fue imposible y al final de tantas canciones y tantos recuerdos solo me quedé con una. Y al final solo me queda responderme sin respuestas del porque ahora simplemente no te encuentro como antes, si es mejor o peor este silencio, y río.

RIO

Yo alguna vez
tuve a la mujer mas adorable
de esas que tú crees que no existen
pues yo la conocí
y me dirás
del porque ahora estoy llorando
con una mano al aire y otra brindando
siempre a su salud


y rio
cuando alguien me pregunta por su nombre
tan solo les miro y le sonrío
ya sabes no se fingir
y lloro
y lloro porque no se que decirme
no encuentro la memoria suficiente
para retenerla aquí
y rio asi,
y rio porque se que esta contenta
quizá ahora en brazos de otros hijos
quizá con otro amor...
(y ella te ruega que te quedes y tú no te quedas... y te arrepientes)

Y la perdí
porque nunca supe valorarla
nunca accedí a sus reclamos
solo pensaba en mi
y aunque tú
creas que fue ella quien se iba
nunca entenderas ni yo en la vida
del porque la deje ir

y rio
cuando alguien me pregunta por su nombre
tan solo les miro y le sonrío
ya sabes no se fingir
y lloro
y lloro porque no se que decirme
no encuentro la memoria suficiente
para retenerla aquí
y rio asi,
y rio porque se que esta contenta
quizá ahora en brazos de otros hijos
quizá con otro amor...






jueves, 30 de septiembre de 2010

Piedras

Hoy, no existen dos lugares más distantes que mis brazos que no abrazan a tu espalda, ni polos tan opuestos como mis cabellos que no cruzan a tu almohada.


Piedras
Piedras van, piedras vienen,
me acosan y me esquivan,
me viven y me matan,
soy señal de su dureza fría,
soy su inicio, su meta y su llegada.

Piedras van, piedras vienen,
dejando secuelas, sudor e ironías,
dejando huella... inicio de manías,
sanando heridas, o solo mentiras descifradas.

Piedras van, piedras vienen,
piedras sin salidas ni entradas,
solo golpes sin sentido ni causal,
¿masoquismo?... solo costumbre... nada más...

Piedras van, y ya no vienen,
se olvidaron de su fuerza y su voluntad,
se acordaron de su egoísmo y su vanidad,
y en polvo hoy se mueren
piedras van, piedras vienen...




"Ninguna batalla es tan grande como las que se pelean por dentro... y ninguna victoria es mejor que las que se ganan sin miedo. Espérame otro segundo más, que sigo asesinando recuerdos."

viernes, 24 de septiembre de 2010

EL ESCRITOR HA MUERTO

Una canción,
Un recuerdo,
Una imaginación,
Una carta.

El escritor no sabe expresarse,
El escritor olvida las cosas,
Él imagina y eso trae problemas o verdades,
Él escribe, pero nadie lo lee.

El escritor intuye que no lo hizo bien,
Que le faltaron estados en coma,
que le faltaron verbos de amor
y que al final de todo
no supo poner un punto final.

Sabe también que aunque diga que olvida,
La recuerda, y eso es quizás su peor bala perdida,
Porque las calles, los autos
Su casa, su moto, su entorno,
Y hasta aquellas luces apagadas que miró por horas
La hacen recordarla, y le es inevitable.

En el fondo odia imaginar,
Odia ser escritor, odia intuir,
Odia saber la verdad a medias antes de ser completas,
Odia perdonar, porque sabe que es el único camino
que casi siempre le queda.

Pero sabe que eso lo ayuda al final,
Aunque le cueste la vida, o la muerte
No es la primera vez que quiere morir
Que busca como en una canción,
su “revolver sexual para una ruleta rusa”
y su escape de la realidad.
El escritor quiere morir, pero busca el suicidio,
No le complace la idea de que lo maten
O de que algo lo mate.
Sabe que el es dueño de su vida
sabe que también debe ser dueño de su muerte,
Y el quiere morir, para luego reencarnar.

A pesar de ser escritor,
casi nunca hizo cartas,
pensaba ganarse la vida y las chicas
escribiendo poemas ridículos,
escribiendo mentiras a medias,
versos largos y absurdos,
El escritor nunca pensó que la única vez
que decidió escribir una carta
sería la primera y única vez que haría llorar a alguien,
El escritor fue feliz.

El escritor escribía y alguien leía,
El escritor hablaba y alguien lo escuchaba,
Había encontrado en poco tiempo
El complemento perfecto, la musa ideal,
Un poema en clave que le tocaba descifrar,
El reto tormentoso del cual debía ganar,
Sin embargó, desertó.

Ahora ya no quiere escribir,
Ya no quiere cantar, ni escuchar canciones de amor,
La recuerda y aunque no quiera,
El escritor la quiere olvidar, y aunque pueda
Sabe que no lo logrará, y aunque lo logre,
Sabe que la imaginará, siendo ella o no,
Y aunque la imagine su carta ahora es inmortal
Y será su nuevo círculo vital,
Escribir, escuchar,
Recordarla, intentar olvidar…

Por eso es hora de dejar de ser escritor,
Porque sabe que no es necesario serlo,
Porque sabe que su musa no busca un escritor,
Porque alguien que no lo es, se la quitó
Sin versos, sin cartas, sin canciones.

Por eso es hora de dejar de ser escritor,
Por eso es tiempo de no esperar su señal,
Por eso es hora de dejarlo morir en su rincón,
Para luego reencarnar.

lunes, 13 de septiembre de 2010

LA CHICA DE LA SONRISA.




Era invierno, era fácil distinguirlo. Pero este día no era normal, uno porque lo esperaba ya hace mucho y dos porque inimaginablemente alumbraba el sol por la mañana.

Yo fui a esperarla.
Yo no se si era lo correcto, no desperté de madrugada como lo había planeado. No hice la llamada como lo había planeado, solo atiné a recoger mi chalina y salí.

Aun no morían las 9am y yo ya sentía que haría el ridículo al saludarla, había ensayado por tantos días y muchas noches lo que tendría que decir cuando ella esté frente a mí. Sin embargo por naturaleza, no dije nada.

Y estaba ella ahí, vestida de negro, cabello suelto como lino en el viento, sus ojos, dos luceros de los cuales ciego o con anteojos, me miraban igual y los miraba igual, tales como dos pequeños circuitos que al activarse en dirección a los míos estallaban y me dirigían a otro estado mental; esos eran sus ojos y me miraban, yo los miraba y al mirarlos tanto hicieron que perdiera la memoria y me hipnotice y me acumule de incoherencias y solo atine a abrazarla y buscar su sonrisa e intentar decir algo con sentido. FELIZ CUMPLEAÑOS, dije, no fue romántico, no fue encantador, es más, creo que era lo mínimo que podía esperar de mí, siendo egoísta no me importaba, solo quería verla sonreír y que piense que yo hacía lo correcto.

Ahora ella estaba arriba y yo en mi rincón.

Eran exactamente 4 meses, 14 días y unas cuantas horas desde la primera vez que decidí ir a buscarla por primera vez. - ¿Hola? - Dije. Recuerdo que aquella primera vez logre hacerla sonreír, se sentía bien aunque algún tiempo después con más errores desde mis labios, provoqué lo contrario. Pero eran 4 meses, unos 120 días o algo más en los que por mi frenética imaginación dibujaba a oscuras sus ojos, su sonrisa, algo así como su cabello, con ella mi mal humor se invertía automáticamente y dibujarme una sonrisa era más fácil que no dejar de pensarla.

- “Tú me gustas”- le dije, en ese instante, aunque ambos estábamos algo lejos de la realidad, se lo dije, a partir de ahí las noches en silencio y a oscuras, bajó la almohada se hacían constantes. Sin saberlo ella descifró una locura que tenía escondida, algo que mucho tiempo antes había experimentado y por temor no desechaba de mi.

Tú me gustas.

Después de eso, vinieron las salidas, los escapes, las citas, las noches, las sonrisas, los enredos, los poemas, las peleas, los regalos, chocolates por la ventana. A veces mis sentimientos implosionaban contra mi. Fueron tantas las veces que decidí olvidarte, sacarte, arrancarte de raíz, provocarme amnesia y borrarte tan siquiera un poco de la mente. No pude, no porque no era capaz, sino porque no quería, porque lo intentaba y eras mas fuerte que mi voluntad. En esa pequeña batalla venías desde lejos con tu sonrisa como escudo y yo atacaba con mis terquedades en forma de palabras. Me supiste derrotar.

“Kuyayky” te dije, “Sueño hecho realidad” te dije, “luna, sol, estrella, viento que viene a lo lejos, silencio que me escucha; palabra inefable, inexacta e incoherente que me daba calor, número impar perfecto, pétalo de orquídea negra, ninfa, musa, inspiración, luz, calma, camino correcto de mis pasos torcidos, paracaídas, per-fec-ta”, todo eso dije y nunca fue suficiente. Yo ya había aceptado sentencia y tú aun no llegabas a juicio.

Daban las 7:00 pm, no sabía si ir o escaparme, si huir y no incomodarte con mi presencia a veces acosadora. Me fui y en el camino pensé, prendí un cigarro y el humo me sabía a ti. Di la vuelta, con mi “As” bajo el brazo, con mi cuartada perfecta, con eso que no era de mí pero si para ti, y te busqué, te vi, me viste y entré. Por un instante aquella voz ajena se transformó en un maniquí y aunque solo trataba de hacerte sentir bien esas palabras dormidas con una guitarra decían todo, o casi todo lo que yo en silencio y en poco espacio, nunca me atreví a decir. “- En palabras esperpénticamente bondadosas el amor se volvía unilateral”, “llegas y todo lo iluminas”, “si te vas, vete conmigo, prometo no llorar”.

Sonreías, lo hacías, vi la felicidad entre tus ojos, la pude notar, incluso la sentí. No me importaba pasar inadvertido, no me importaba ser uno más sobre el sofá, no me causaba ningún dolor tener que imaginarte cantando esas canciones y no pensar en mí. Eras feliz y tu felicidad era mi felicidad, y tu sonrisa ahora era mi sonrisa y tu canto ahora también era mi canto y mis ganas de envolverte el corazón en un trozo de papel me invadían desde el primer sorbo de aquella copa que serviste. Tu felicidad se volvía mi felicidad y era suficiente.

Lo seguido ya era de segundo plano, la compañía, el viaje hacía otro lugar, la discoteca, el baile, tus ganas de hacer que el día no muera nunca contagiaban mis sentidos. Bailamos recuerdo, tus sentidos no estaban equilibrados pero tu sonrisa seguía ahí, es quizás un don que jamás perderás y algo que jamás me atreveré a borrar de tu rostro.

Sonaba la música, las luces hacían que te pierda de vista, y me pegaba cada vez más a ti, te miré a los ojos y al hacerlo sentí un silencio imperturbable, quería hacerlo, quería arriesgarme, pero no me sentía tan valiente aún.

Y ahí estaba yo, en medio del mundo como un niño cuando da su primer beso, como un picaflor en medio del rosal más hermoso del universo, y tú parada frente a mí cerrando los ojos correspondiendo el error más grande y más placentero que jamás haya experimentado. Eras tú ¿y lo podía creer? Quizás no, una lágrima bajó desde mis ojos y se perdió en el suelo, lo pude escuchar, quizás tu no. a partir de ahí siento un intercambio de dimensiones, un antes y un después, desde el primer segundo se tejió algo entre los dos que no nos dejaba escapar.
– Me odio y te odio – decías. No me interesaba, en cada beso podía notar tu felicidad, cierta pasión escondida que se traducía y se demostraba en cada mordida, en cada suspiro, en cada abrazo, eras feliz, y tu felicidad era mi felicidad, y lo sentía suficiente.

La noche había acabado y mi embriaguez mental se traducía y limitaba tan solo al licor de tus labios. Estaba semi-inconsciente, la noche me decía y me pedía que debíamos irnos, pero yo quería buscar al señor de las horas y pedirle me alargue el tiempo, no me importaba quedarme sin meses, sin días, sin años, que me quite los que quiera que esta noche sentí sobre mis ojos la vida eterna traducida con tus ojos, tu sonrisa y tus labios.

Caminábamos inconcientes de la noche, de las horas, del tiempo, del lugar, yo aún sentía esa dimensión que no nos dejaba escapar, no sabía si todo era parte de un sueño, de una alucinación, de tu tímido sentimiento, mi día de suerte o un regalo de Dios, te miré y me miraste, nos detuvimos y el mundo se detuvo. Como diría Cohelo “Yo deseaba algo con tanta fuerza y tanta pasión que sentía que el universo conspiraba para obtenerlo” y lo obtuve.

Mi cuerpo desapareció, el alma se me esfumó del cuerpo, mis ojos se cerraron inconscientes, estuve poseído por el hechizo de tus labios, de tus ojos, de tu sonrisa, de tus cabellos de lino, mis labios trataban de darte las gracias por tus manos, por tu cintura, por los aires, por los las noches, por las sonrisas, por el café, por las notas, por los lapiceros que perdí, por la compañía, por ser mi pasajera de atrás, por los días de viento en la cara, por los Días de N, por ser tú cuando yo más lo necesitaba. Me detuve por error y te expresé mi deseo de no querer parar nunca, de tenerte abrazada a mí por más tiempo, tal vez hasta jamás de los jamases o siempre de los siempres.

Pero el destino es esquivo, egoísta, si existe un Dios debe ser humano y nos celó. Fue un golpe duro del destino el que nos hizo salir y romper aquella dimensión que habíamos creado, quizás tuvo que suceder algo así para darme cuenta que todo ello era realidad, y no un sueño de fantasía como hasta ese entonces, solo me podía explicar.

Pero no importaba, había perdido parte de mi bolsillo pero había ganado algo más que el corazón, y ahora que estoy más cuerdo que nunca el enfado se fue de mis venas y me consuela recordarnos. Imaginar que fuimos capaces de formar una dimensión solo para los dos, un mundo donde tu sonrisa se dibujaba con pinceles divinos y tus ojos buscaban a los míos, pude ser testigo de tu felicidad desbordante, de tus ganas de nunca terminar, de tu felicidad que también fue la mía. Pues al final del día es lo único que se puede rescatar.

Chica de la sonrisa, por una noche me entregaste el mundo con tus labios, y yo te lo supe regresar, y en medio de toda esa confusión, del éxtasis del umbral, me pregunte si hice bien, y creo que si fue así, porque tú eras feliz, porque sentías que el día fue hecho para ti, porque hubo una mano que lo quiso escribir así y fuiste una mujer feliz, y tu felicidad se transformó en mi felicidad, y tu sonrisa se volvió a mi sonrisa y tus ojos miraron a mis ojos y tus labios sedujeron a los míos… y yo, lo sentí suficiente.




viernes, 13 de agosto de 2010

SI AUN LO HAGO, ES POR TI.

Las soledades son largas, a veces cortas, algunas inesperadas, otras que matan, que son imperceptibles, amargas, frustrantes. Hay soledades que buscamos, que esperamos, que no encontramos, difíciles, placenteras. Las soledades te drogan, te reviven, te hacen más fuerte, te desvían, te corrigen. Las soledades son frías,... merecidas, inconsecuentes e impredecibles, y tú Ene ¿EN QUE TIPO DE SOLEDAD TE HAS CONVERTIDO?


SI AUN LO HAGO, ES POR TI...
Voy a querer hacer un milagro
tal vez un pecado, no importa si es por ti
voy a intentar nadar sin el mar
o saltaré al abismo sin miedo
tal vez nervioso, pero no importa
si al final de todo, estarás ahí
no te escondas detrás de tu voz
que aspiro a mas que eso
ven dame un pedazo de lo eterno
o solo un minuto de ti
Voy a querer dibujarte entre rosas
tal vez un garabato aprendiz
un cuadro eliseo, o un paraíso feliz
sin color o con madera
igual pensaré en ti
como ayer lo hice
pensando en verte hoy
llamándote en silencio
gritando “Te quiero”
aunque tu no….
Dame eso que trepaba por mis palabras
y que robaste al momento de decir Adiós
déjalo al costado de tu recuerdo
para que acompañe el sonido de tu voz
que recorre como viento en tormenta
por encima de mi histeria
y debajo de los ojos de tu Dios
tengo miedo tal vez de ti
al momento de escucharte
de pensarte, y mirar
de soñarte y temblar
cuando excuso algún recurso
y me pueda acercar…
Ven, dame ese cuento que contaste
al momento de mandarme a dormir
para nunca despertar
aun es bello su principio
pero muy triste su final,
y aún espero que tus dedos y tus labios
den al mundo un pequeño sonar
y cambien el futuro,
que derrumbe tal vez otro muro
en la historia tan difícil de acordar
¡pero de que va!
el mundo es un chiste fatal
y mi vida su risa infernal
que enmudece cuando a lo lejos te ve llegar
y se ríe de mi
cuando con otro barco, me has de dejar
sería fatal en eso pensar,
Ven y déjame tan solo un último mirar
que aun pienso en ti. 


"Aún veo tu rostro llegar
contando los pasos para poderme mirar
Ven dame, tan solo un momento en tu andar
un silbido que me haga cantar
y tu voz… que me hace volar
no me importa tener que observar
aquellos rostros heridos
que cayeron en batalla por ti
Solo quiero aquel tiempo escondido
que en silencio pasé junto a ti
al margen del mundo, de Dios y de mi
cuando a los vientos mi eco invertí
diciendo que los sueños son dulces
que el arte es simple, y el amor tenaz,
que el silencio no es triste, y el dolor fugaz
y que al amar puedo ser libre…
si lo hago por ti…”



"Al momento de leer esto... tal vez te acuerdes de mi, del beso que nunca me diste, del 14 de febrero que nunca pasamos, del te quiero que nunca dijiste, y cuando termines de hacerlo... querrás verme nuevamente... como antes..."

miércoles, 11 de agosto de 2010

JUNTO AL MAR



Me preguntaré porque recién me atrevo a publicar esto. Yo también estaré esperándote, junto al mar.



Junto al Mar



Aun no terminaba de morir el día, el sol ya había aquejado su último suspiro y lo único que se podía contemplar, era ese azul oscuro del mar, y el sonido de las olas, relampagueando como si supieran de algún mal presagio; mientras en medio de la soledad, por debajo de las aves volar y de la arena húmeda, aún permanecía inconsciente un asustado Sebastián.
- ¿Hace cuanto tiempo que estamos acá?
- Hace media hora, ¿o es que ya no lo recuerdas?, bueno, eso ya no es novedad tuya.
- Pero, que hago acá, porque estamos tan cerca del mar, ¿No se supone que discutíamos en casa?
- Deja ya de hacerte el tonto, que esa manía tuya de olvidar las cosas ya me es familiar, no en vano he tenido que soportar y conocerte durante nueve meses.

En ese instante, alguna extraña niebla acompaño a la pareja, parecía algo sombrío, fuera de lo común tal vez, y Sebastián empezaba a preocuparse.

- ¿Logras ver el mar? -Pronunció Selene- alguna vez tú y yo pertenecíamos a él, yo aún recuerdo aquella historia, una de tantas que me contaste, y que pensé era realidad, recuerdo también como aquella noche bajo la luna, dijiste ver reflejar mi rostro en ella, y fuimos por un instante únicos.

- A que viene todo esto, déjate de rodeos, yo no mentí al momento de pensar y sentir eso, ahora ¿qué caso tiene record....; - en ese instante los dedos de Selene se acercaron a Sebastián, y con un gesto de silencio, lo cogió de las manos.

Merodeaban alrededor de las diez de la noche en aquel lugar, rodeado de arena y de mar, después de un largo espacio sin decir nada, los ojos de Selene se inundaron en un brillo anormal, en ellos se podían ver reflejados sentimientos encontrados, entristecidos y callados; Sebastián se limitaba solo a observarla y tratar de descifrar lo que Selene quería decir con la mirada, y cuando estuvo a punto de abrazarla, vio como una lágrima se deslizó por la mejilla de Selene, su transcurso fue tan lento para ambos, y el sonar de su descenso pudo ser mas sonoro que el mismo mar.

No hubo tiempo de palabras, Selene al instante pudo descifrar lo que Sebastián estaba pensando, el arrepentimiento tardío de algo que no pudo suceder; Selene lo cogió nuevamente de las manos, y lo llevó hacia el mar...

Ya dentro, ambos inconscientes de sus actos, no pudieron dar marcha atrás, Selene corría como si en medio hubiese la llave para su eterna felicidad, y él, algo cegado, solo atinó a obedecer el instinto que algún día, lo hizo ir con ella; y en medio de la niebla, del mar y de la noche, se atrevió muy tímidamente a preguntar:
- ¿A dónde me llevas?
- ¡Al fin del mundo! – respondió Selene, y en ese instante, la mente del muchacho, pudo retroceder, y recordar aquella respuesta, que él solía contestar a cada instante a Selene.

El miedo ya no existía en ese instante, los pies misteriosamente no se hundían en el fondo del mar, Sebastián y Selene habían comprendido que el temor a la muerte se había esfumado para ambos, y que después de algún tiempo, podían estar seguros que ambos compartían un mismo destino, al llegar al medio de todo, donde la tranquilidad se alejaba de los ojos de Sebastián, Selene se detuvo, pero contuvo entre su mirada aquel dolor que había ocultado mientras se encontraban los dos, volteó raudamente e hizo detener el paso que ambos habían tomado, no quiso verlo de frente, era en vano, esto escapaba de lo ilógico a lo sub real, a lo inimaginado, lo soltó por un instante, y al otro lo abrazó fuertemente, como si con sus brazos quisiera decir que no se quería marchar, una vez más las lágrimas salieron de sus ojos, pero está vez era de forma natural, tan distinta a las demás, se acercó lentamente a los labios de Sebastián, y lo besó, tan frágilmente, tan apasionadamente, como si fuese a ser la última vez.


- ¿Porque lo haces si estamos a tan cerca de una realidad? Aún se puede mejorar...
- Cállate... ya no digas más, (Selene empezó a separarse lentamente, dando pasos hacia atrás), ¿Olvidaste acaso el final de aquella historia que contaste? Solo te reíste y no hiciste caso a la verdad, yo aún la puedo recordar, la Luna tiene que estar en el cielo, pero yo, antes quise pasar por el mar....

Y repentinamente, una ola arremetió contra Sebastián, y lo alejó del lugar donde se encontraba, perdiendo de vista a Selene, desde ese instante, aquello imaginable y fantasioso, que lograba lo irreal, se empezó a desvanecer junto con la niebla, y los pies se empezaron a hundir, el estruendo resonar del mar, hizo perturbante la desesperación de Sebastián, quien solo repetía el nombre de Selene, esperando una respuesta.

Haciendo mil esfuerzos se pudo librar de una extraña furia del mar, que parecía haberse ensañado en ese momento contra él, entonces, la inconciencia se adueñó nuevamente de su cuerpo, sintió desvanecerse junto a la arena, y no pudo decir más, lo único que pudo susurrar casi inconsciente fue “Selene, donde estás”....

Era ya de madrugada, algún gallo se atrevía a cantar por la gran ciudad, en un cuadro algo tranquilo, en medio de una sensación de soledad, se encontraba Sebastián recostado en el sofá, al costado de un velador que inefablemente, alumbraba el retrato de Selene, al costado, el teléfono registraba una luz, anuncio de un mensaje nuevo, Sebastián solo atinó a pensar que todo fue un sueño, se acercó a la nevera y extrajo una cerveza, presionó el botón del mensaje de teléfono, al alejarse hacia su cuarto, quedó inmovilizado al oír la voz de Selene, sollozando por medio del comunicador; quien empezó su nota de esta manera: “Sebastián, cuando escuches el mensaje tal vez te acordarás que estuvimos juntos antes de que todo pasara, lamento la discusión, pero era algo inevitable para los dos, tu te aferrabas a lo tuyo, y yo a un absurdo rencor, espero no haberte hecho daño al momento de tener que forcejear, solo vi que caíste, y aunque traté, no pude regresar, mientras me dirigía a mi casa, un buen lugar donde poder llorar, recordé en el camino aquella historia, que algún día supiste contarme, donde fuimos únicos ante el mundo y los demás, no pude evitar pensar en el pasado, y aunque quise regresar, es momento de que tú lo hagas, intentaré esperarte un instante, y si no te veo llegar, avanzaré hacia donde alguna vez intentaste crear nuestro destino... no tardes, te estaré esperando... junto al mar...”

Se hacia ya de mañana, Sebastián salió rumbo a lo indicado, encontrando tan sólo un paraje vacío, divisando a lo lejos un pequeño muelle, se acercó lentamente hacia el lugar, en vano fue ubicarla entre lo que sus ojos podían ver, cuando fue entonces que algún viento inusual lo rozó, e inmediatamente sintió la presencia de la chica, a quien creía observar en medio de aquel viento, fue entonces cuando una oscura niebla se apoderó del cielo, Sebastián no dudó un segundo en reconocerla, era la mismo de aquella visión, desconcertado pero con esperanzas de una respuesta se acercó hacia la misma.

Eran ya las seis de la mañana en la gran ciudad, y la tranquilidad que merodeaba el mar fue interrumpida de manera tan atrayente, las aves se detuvieron al contacto sonoro en medio de la soledad, las aguas quietas se limitaban a oír aquel raro sonido; y la gente, el mundo, la luna, el mar, por un instante recibieron un grito fugaz, que transmitía ansiedad, al percatarse, un vagabundo encontró a un lado del muelle una pequeña escritura grabada en una piedra, y en ella pudo leer: “Este es el inicio del final de nuestra historia, la cual continuará donde tú estás, allá en el fin del mundo, espérame que voy por ti... Selene”.

El vagabundo recordó el grito, pues también oyó claramente su pronunciación, pensó tal vez fue algún alcohólico que ahogó sus penas en el licor, ó una absurda historia de amor, arrojó la piedra grabada al mar, y hecho a caminar.



Lima - Febrero del 2007.
"En algún lugar de esta promesa,
necesariamente no estarás,
no porque no quisiste cumplirla,
sino porque no supe dejarme encontrar".
A Luna J.

domingo, 1 de agosto de 2010

A orillas del abismo

Es dificil escapar cuando te sientes acorralado, es dificil tal vez intentar gritar cuando todo el mundo te ha silenciado; entonces ¿qué hago? ¿intento escapar a la pequeña sombra que cubre tus pasos? o ¿tal vez volverme cobarde y tener que ser tan valiente de observar mi propio silencio? es tan atrayente eso; pero prefiero esta vez verme callar... a verme seco y sin miedo.... ¿tan trágico pudo resultar un dia normal condenado a soledad? ¿tan angustioso pudo escapar una noche de palabras y nada mas? ¿y tus ojos a otro mirar?

Si decidieras verme a tu lado un dia como mañana, yo estaría llendo hacia ti desde hoy... o tal vez desde ayer....


A orillas del abismo…
(Pasión debajo del cero)

Hoy, tus puertas se me cerraron
tus latidos ya no sonaron
tu mal me ha infectado
y no se como sanar
Hoy, todo ha cambiado
estoy preso del pasado
estoy maniatado a tus brazos
y no quiero escapar
quiero prender este último cigarro
y consumirme junto a el
quiero tomar este pedazo de papel
y escribir mi testamento a mano
dejarte mi verso demente
para que juegues con el
a cambio del cielo
o parte de ti.
Ya no me quiero mirar
y ver la derrota en mis ojos
plagados de recuerdos rojos
que yo te hice crear
solo quiero un instante
estar a solas contigo
y poderte besar
tal vez así ya no coja el papel
solo pida un final
prender este último cigarro
y morir junto a el.




No se si quiera yo dejarte ir....



lunes, 12 de julio de 2010

Una rosa en la tormenta II



Estoy drogado. He inhalado ese olor a neblina de la calle, me han inyectado la morfina equivocada, tu anestecia hoy no funcionó. Lo siento, es hora de dejarte ir.
¿sirvió de mucho esta tentación? ¿A quién amargaré la vida con una historia o alguna cancíón?.Está bien, miente una vez más, esta noche encenderé el último cigarro que me queda, pero después no seré yo.





Una Rosa en la Tormenta II

Una pequeña sonrisa en el agua
un plumón desgastado junto al velador
acabo de pintar el poco espacio que tenía
reservado para mi pequeño dolor.

Una salida en medio del sol,
una manía en tus ojos amor
me despegan al cielo y me intentan tirar
en busca del punto de fuga al temor.

Enciendo las luces no encuentro tu voz,
me entierro en el fuego y no está tu calor,
le he preguntado a mi viva traición
¿que es lo que existe dentro de un corazón?

La torre es lanzada y junto a ella, la ilusión
aún hay miedo de amar, aun hay miedo de dos
Caballero a la guerra que intenta salvar
la princesa del cuento que un día escribió.

“Fueron tantas las derrotas, tan rotas, tan comunes,
que hoy en día la victoria es solo cuestión de un beso,
de aquel que deja en clara su memoria,
esperando el día de regreso…”


Echaré la moneda al pozo del deseo,
y guardaré los rezos a la carta y los arcadios,
y quizás un par de velas al “San Simón”,
pediré tus sentimientos de trofeo,
tal vez alguito de eso llamado atracción,
ser el ladrón que te muerda los labios,
el guardián que te cuide el trineo,
y tal vez, el corazón.


N.


domingo, 4 de julio de 2010

DÍAS DE N.

(Y encontrar en el mapa de tu cuello una estrella que me guíe hasta el centro de tu piel)
Se siente raro muchas veces intentar buscar las cosas por el lado incorrecto. Seguir haciendo las cosas de manera incorrecta para obtener resultados incorrectos. Me gusta ser incorrecto, me gusta jugar con la incoherencia de querer ser tu próxima estación. Me agrada la idea de mentirme a mi mismo bajo el pretexto de "juro será la última vez". Pero ahora no es mentira, ahora no es sueño, mucho menos parte de mi imaginación. Es ella parada frente a mi; soy yo, sentado frente a ella. Es mi mente intentando entrar en la suya; es su mente, intentando buscar respuestas, pero no en la mía. Ahogaré las manías con café, ¿me lo sirves por favor? que hoy quiero conquistar lo inconquistable con una sonrisa.
Hoy tuve un sueño, ojalá nunca se haga realidad.
Días de N.
Yo solía mirarla en las mañanas,
Recogía mis ojos lentamente hacia el silencio
disimulaba tan bien que quizás nunca lo notó.
Yo solía encontrar la manera de encontrarla,
Ella evitaba (creo) la manera de evitarme.
Yo vivía lentamente y sin espacio
ella creaba en cada centímetro un lugar para soñar.
Yo di el primer paso,
Ella no me siguió, dio el tercero.
Yo creía solo en cosas posibles,
Y ahora me alunizo por realizar un sueño
Yo idealizaba con tener el mundo,
Yo soñaba con cambiar el mundo,
Yo quería tener el universo sobre mis manos
Yo sentía ser parte de algo,
Sentía ser capaz de crearme sin buscar un propio mundo
Ella se volvió un mundo y su sonrisa mi universo.
Yo cegaba las cosas, las oscurecía
E intentaba no cambiar las trayectorias.
Yo solía caminar disfrazado en soledad
Yo consolaba las heridas del pasado con alcohol.
Yo evitaba las miradas al espejo,
Las huídas por la playa.
Las aventuras bajo neón.
Yo trataba de no mirar al pasado/pesado,
Ella hace que me aferre a un futuro.
Un futuro que ya no existe, o que nunca existió.
Yo escuchaba,
Yo moría y revivía,
Yo hacía de las espinas rosas,
Yo no conocía del dolor.
Yo sabía descifrar las miradas
Yo jugaba muchas veces al lazarillo
Yo tomaba en una mano las pastillas
Y en la otra el corazón.
Yo perdí todo.
Ella me lo regresó.
Yo me siento bien ahora con ella
Ella se siente bien ahora conmigo
Yo descubrí la vida eterna con una sonrisa
Yo descubrí parte del cielo con boletos de regreso con su voz
Yo descubrí que aún vale engreír con un chocolate a una vida
Yo descubrí que puedo ser yo.
Ella (entre tantas cosas) me enseñó muchas veces, a dejar de ser yo.
Yo pude volar,
Ella pudo saltar.
Yo pude vencer,
Ella me supo derrotar.
Yo pude soñar,
Ella me hizo despertar.
Yo pude intentar,
Ella me hizo desertar.
Yo pude callar,
Ella me hizo gritar.
Yo pude agonizar,
Ella me mató para luego reencarnar.
Yo pude demorar,
Ella me esperó.
Me embriagaré y sonreiré una vez más,
Y podré decir que es lo que soy,
Ella dirá que soy lo que nunca imaginó
Yo maquillaré la verdad,
Ella cogerá su lunar y se irá.
Yo me envolveré en mi prisión,
Ella me extrañará, pero lo negará,
Porque muy en el fondo
Ella es como yo.


martes, 25 de mayo de 2010

Sin cielo por ahora...

("Que gran verdad, que quien más te quiere te hará llorar...")
Cierta vez encontré un gorrión olvidado en un rincón. Era inocente, inmaduro, frágil. No sabía volar.
Extrañamente lo recogí, se que no debía pues estas avecillas suelen ser traicioneras e impredecibles. Aún así pude ver en sus alas, en sus ojos, en su voluntad esas ganas de aprender, de retribuir lo que un día con paciencia y después de dudas le pude mostrar: LIBERTAD.

Conoció mas allá de sus fronteras, y se fue. Olvidó decir "Gracias, por ti volveré", quizás no se lo enseñé y mis ganas de hacerla mía hicieron caer en sus ojos aquel viento lleno de desprecio que muy gentilmente en su última vez frente a mis ojos mostró. No puedo ser culpable de sus defectos pero si el causante de sus virtudes, de aquellas que hoy debajo de mis sueños, de los recuerdos, de los intentos solo me toca olvidar.
Suerte en todo, se que tus alas hoy día acarician otros vientos, pero descuida, date por segura y tranquila que ninguno de esos vientos tendrá algo mío. ¡Good Bye! amore mio...

Sin cielo por ahora...
El último viento de este encuentro tan cerrado
se ha llevado consigo el orgullo de mi sentimiento
y me ha tomado de la mano alejándome del momento
injusto y razonable del pasado.

Solo me queda ir tras de el,
porque tú no irás mas en busca mía
porque tus palabras han mandado mi alegría
en un tonto y absurdo avión de papel

Tal vez no debí siquiera enamorarme
y como siempre lo hice, debí solo escucharte
ahora solo abrazo mi café y comienzo a recordarme
que sería muy extraño el propio mundo, de tan solo desnudarte.

Y este humo, ¿de qué me vale ahora?
solo estropea mi visión a lo que hago
y en instante se lleva alguna lágrima y la evapora
¿pero de qué me sirve? Si solo es ilusión, pero no de un mago
sino de tu magia que alborota mis estragos
que sigue gritando en silencios tan inusuales
pero no se da cuenta ni del tiempo, ni los sueños ni las horas
tan solo en hacer que mas encuentros sean casuales
y tener que recordar en cada instante
que eres la daga, que mi corazón atesora.

¿Qué me observas reloj? También quieres ser parte de mi historia
en mi vida jugaste mucho al escondite
y no quisiste ser motivo de mis victorias
tan solo motivaste a todas mis memorias
a tener que dejarme ir, y callarme para que no grite…

En conclusión, no estoy solo, tal vez no lo estuve
¿o no soledad? Eterna compañera a la cual caso no le hice
tal vez tu si quisieras estar conmigo por siempre,
si te dijera que no, ¿dolería en el fondo de ti tan profunda respuesta?
me harías un favor si se lo dijeras a ella,
a quien llamo y no contesta
a quien ama y no lo dice
pues si callaras, tenme por seguro a tu lado
recordando tus motivos,
tan feliz de mi tristeza….




viernes, 19 de febrero de 2010

Carta a Selene.



A Selene, con amor.


Resulta muchas veces “raro” hacer estas cosas, sobre todo cuando pensamos y creemos que jamás las haríamos. Ejemplos claros son: “jamás pensé escribirle algo a alguien”; “jamás pensé hacer dieta”; “jamás pensé comprarme un polo rosado” o “jamás pensé que después de tanto, el amor llegaría de nuevo a nosotros”.


Han sido tantas las veces que dormido en un cuarto oscuro y sin ventanas, con los ojos debajo de una almohada intentando imaginar ¿Qué sería de mi vida si tú estabas a mi lado? ¿Qué sería de mi vida si no estabas?, bueno, como era el único con quien hablaba, solía responderme.



¿Qué sería de mi vida si tú estabas a mi lado?

La verdad el solo imaginarlo me arrancaba sonrisas, no sabia si soñar despierto o dormido o ver tu foto 4 horas para ese día tenerte en mis sueños (ya que mis sueños eran los momentos mas reales que podía tener a tu lado) era nostálgico, quizás planificaba demasiado todo esto que hoy por hoy ya se me están agotando las ideas, no intento ser descortés a veces (es solo que mi torpeza también demuestra que te amo).


¿Qué sería de mi vida si tú no estabas a mi lado?

Yo lo sentía como una encrucijada, mi vida era una piedra al lado del camino, un Caín sin Abel a quien matar, solo, a pesar de las eventuales oportunidades de poder olvidarte las cuales fueron balas de salva que no penetraron mi corazón y no mataron el amor que sentía (y siento) hacia ti, Selene.


Últimamente me he vuelto menos detallista pero mas enamorado, quizás mi silencio sea la manera menos romántica de decir “te amo, no te vayas de mi”, pero escúchalo, quizá no sea fácil de entender pero es casi lo que siempre trato de mostrarte, y si no puedo volver a decírtelo te lo escribo nuevamente, quizás no puedas escucharme al leer esto pero escribirlo me hace inmortalizarlo, Selene, TE AMO, NO TE VAYAS DE MI.


Bueno, ¿Qué me queda?, seguir esperando. A veces verte llegar a lo lejos por estas calles es una especie de sensación, como si fuese yo un lobo y tu el frío, la tiniebla, el lugar y momento perfecto para estar bien, es por eso que CUANDO NO ESTÁS siento tu ausencia tan cercana y tan lejana, no se, pienso a veces “bonita manera de hacerte extrañar”, sin embargo extrañar muchas veces no se vuelve tan bonito y termina por desesperarme, por querer soñar despierto otra vez, como dije antes, es la única manera de sentirte tan real, tan cerca y a la vez tan lejos de nuestra realidad, la que nos está tocando vivir, aún así confío en ti en que todo saldrá bien, que nos casaremos (algún día, es una promesa que se hará realidad, así Jaime Bayly diga lo contrario).


Casarnos, parece una utopía, un efecto alcohólico de una borrachera de amor, un cigarro prendido en el frío infernal de la soledad, un sueño, bonito por cierto, que estoy seguro tú y tus ataques de amor lo harán realidad.


Sabes, la inspiración se me acaba, suele pasar cuando pongo esa bulla romántica que no te gusta y que casi siempre reclamas sacarla y poner Niche, ¿Niche?... No los conozco, ni me interesa, solo quiero decirte que “la magia de tus besos, me tiene como un loco, me tienen como un tonto!! y ya no se que hacer…”

Me gustaría ir a buscarte sabes, cuando intento encontrarte, te me haces tan pequeña que siento que desapareces, siento que cuando me voy quiero regresar, quiero que seas mi único punto de llegada de todos mis puntos de partida (que son muchos por cierto) trato de llamarte pero recuerdo que no cargo saldo, quiero mensajearte pero extrañamente los dedos me rehuyen y no quieren digitar pero no puedo ocultarlo, no se si sea anticuado pero creo que ando buscando señales de humo, siento que así podría al fin hacerte llegar mis mensajes.

Bueno, he visto hoy tu foto por cuatro horas, y creo asegurar que esta noche soñaré contigo, espero no me golpees esta vez porque la última vez sentí tus puños tan duros como una lámpara que casi me quitan la vista (aunque es casi lo mismo, de todos modos me estoy quedando ciego). Espero tu sueñes conmigo, y si, prometo llevarte rosas, sino despídeme de tu sueño.



Ok, también te amo y si, aunque sea difícil de soportarlo, también te extraño, tus manos, tus besos, tu sonrisa que es como un reloj que detiene el tiempo y me hace sentir eterno (apropósito, como diría Joaquín Sabina, cuando te vas siento que poco rato dura una vida eterna). Se que no sabes quien demonios es Joaquín Sabina, pero cuando baje al barrio te lo presento, es buen tipo.


Muchos besos (de esos que duran media hora y terminan casi siempre en… otro beso claro), espero que esto no te distraiga, que no te haga llorar y por sobre todo deseo que no la encuentren tus hermanos, por que sino…


Un beso desde mi sofá, ten por seguro que nuestras alegrías se grabarán en rocas para nunca más poderse borrar, y ten fe que nuestros problemas se volverán viento… de aquellos que viajan… y no vuelven jamás.


Un beso.

Con amor. Sebastián.