Esta debería ser la última vez que me autoclavo el puñal así. Si despierto a cambiar, si no lo hago, perdí la guerra sin conocer a mi rival.
Siento que me voy,
Por favor no me detengas
Si ayer no lo intentaste
Ahórrate la pena y las arengas
Mi mañana ya no es hoy.
El corazón empequeñece
Se comprime y te permite apuñalar
Ya no quedan latidos en las venas
Solo un hueco vacío que entristece
Cada arteria impedida de sangrar
Siento que me voy, y si me vieras volver
¿Recordarás la vez que pediste que me vaya?
Y si me vieras caer,
¿Recordarás la vez que dijiste pasa y calla?
Hablaremos luego, en otro atardecer,
En la orilla rojiza de alguna playa,
O tal vez cada noche pueda aparecer
En el último rizo de agua donde Caronte,
A su barco y su pena de noche encalla.
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